Tosa los que nos siguen habran oído hablar infinidad de veces de Edgar Cayce, personaje muy conocido por determinadas predicciones,algunas de ellas cumplidas de forma asombrosa. Cayce colaboro en múltiples ocasiones con la policía en busca de asesinos y resolviendo de forma brillante algunos crímenes que la policía no había sido capaz de desentrañar.

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Pero Cayce, no solo era una especie de “profeta” en su época sino que tenia otra “habilidad” que ha permanecido para muchos oculta o,cuando menos,poco conocida.

 

Edgar Cayce nacio en una granja de Kentucky en 1877 y se hizo muy famoso en los años 30 y 40 por,estando en una estado de trance,profetizar determinados acontecimientos. En ese estado de trance afirmaba poder ver las enfermedades de una persona, cosa que le permitia formular un diagnostico y una cura.

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Según él,un ángel se le apareció cuando tenia 13 años y le concedió el poder de curar. Su primer paciente fue el mismo. En cierta ocasión le golpearon con una pelota de béisbol y,cuando le llevaron a casa en estado de semiinconsciente dio a su madre todas las instrucciones necesarias para preparar un remedio que lo curase,como así ocurrió.

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Una de las primeras “Lecturas” que realizo fue la de una niña de 5 años. El cerebro de Aime Dietrich,después de una fuerte gripe,había dejado de desarrollarse y le provocaba intensas convulsiones. Los médicos no habían encontrado ninguna solución para ella pero Cayce,en estado de trance,declaro que el problema era anterior a la gripe y se debía a una caída. Cayce,prescribió ua serie de terapias y la niña se curo. ¿Casualidad? ¿Causalidad? ¿Transferencia de confianza de Cayce a la niña que provoco una “autocuración”? Lo cierto es que es muy difícil discernir como es capaz de actuar nuestro cerebro ante una personalidad fuerte y magnética que nos inspire la confianza necesaria a autoconvercernos de que podemos sanarnos a nosotros mismos. Lo cierto es que este es solo un caso de “muestra” de las muchas “sanaciones” llevadas a cabo por Edgar Cayce,el cual,por cierto,fue muy criticado por la medicina oficial. Pero,aun así,a lo largo de su vida,realizo mas de 9000 “lecturas” que se conservan en Virginia en dos asociaciones de seguidores suyos.

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Esta claro que el potencial de nuestra mente es superior a lo que nosotros mismos creemos. Tan solo utilizamos un tanto por ciento muy pequeño de nuestra capacidad cerebral pero…¿Qué ocurriría si fuéramos capaces de desarrollar gran parte de ese potencial y utilizarlo?...No descarto que fuéramos capaces de llevar a cabo proezas increíbles.