Nice to meet you, Viejo diablo
He estado esperando el momento para poder exponer con claridad, el porqué hace tiempo que no me desconcierta la naturaleza de tu juego, que por supuesto, nunca formó parte de la naturaleza del mío. Y ese momento ha llegado.
Hace tiempo, sí. Poco después de que te presentaras a millones de jóvenes de todo el mundo, proponiéndonos aceptar tu reto. Y no tardé en entenderlo, solo unos pocos años, incluso en adivinar tu nombre. Pero mas adelante escribiré sobre tu nombre y la naturaleza de tu juego. Primero, permíteme hacerte unos cuantos reproches, sobre las mentiras y engaños de los que alardeabas por los escenarios.
He tardado 35 años en decidirme, pero con la claridad que a hechos consumados el tiempo me ha dado, considero que es ahora el mejor momento para hacerlo. Seré educado y cortés, tal y como nos lo pedías, pero no esperes condescendencia.
Sigues llenando estadios, agitando masas, castrando cerebros, adormeciendo conciencias, utilizando el poder del arte de la música, para mediante la retórica de la dialéctica y la imagen, vendernos una doctrina avalada por tu particular concepto de riqueza y buen gusto. Ese concepto de estatus que me repetían una y otra vez, mis padres, mi familia, mis amigos, mis maestros y todos esos medios donde se estandarizan las conductas y los pensamientos.
Mas o menos conscientes, todos ellos eran los técnicos de mantenimiento de tu sistema. Y lo peor de ello, el repetitivo discurso del camino para obtenerlo. Conceptos que en aquel entonces no era capaz de asumir y que marcó mis diferencias, mis rarezas ante la interpretación de los demás.
Pero lo viví sin problemas, viví con dignidad, lo que hoy los tuyos diagnostican de enfermedad y tratan con drogas en los centros de adoctrinamiento.
Alardeas por los escenarios, los cientos de años que llevas haciendo tu juego, robar la fe y las almas de los hombres. Yo diría que miles.
Desde mucho antes que te rechazara Jesucristo en su mayor momento de duda y aflicción. Tu más sonado fracaso, Que vergüenza, que poco poder te asiste.
Un humano que defendía su corona y su moral ante el impostor y servil mercenario del imperio de Pilatos, el impostor rey Herodes. El impostor del impostor imperio. Por lo tanto, fueron ellos los que hicieron el trabajo sucio. No te apuntes los tantos de los actos físicos de tus serviles mercenarios, los que actúan violentamente víctimas de sus miedos, contra los que no temen vivir con dignidad hasta el último suspiro de sus vidas.
Dices haber pasado por San Petersburgo, Bombay y cuantas torres tuvieran que caer en el momento de justificar un cambio. Siempre con el fin de esclavizar al ser humano. Ofreciéndonos tu engañoso concepto de riqueza y buen gusto a cambio de que te entreguemos nuestras almas. Sabes perfectamente que nunca lo podrás hacer sin nuestro consentimiento. Solo puedes conseguir, que te las entreguemos por nuestra propia voluntad, víctimas de tus mentiras y artimañas. Sigue cantando tus fracasos, el de Kennedy, el del Zar y todos estaremos encantados de conocerte. porque con el paso del tiempo, va quedando en evidencia la naturaleza de tu juego y tu nombre.
Quizás, los que te asisten, consideren que sea ahora el momento de un nuevo cambio y tal vez por eso paseas tu imagen con alegría por el Capitolio y sus alrededores. Quizás buscando alianzas camino de llegar al espíritu de Anastasia, a Moscú. Quizás, a buscar los cuerpos de los que no entregaron sus almas a ese relativo concepto de riqueza y buen gusto. Quizás esa obsesión sea el último fracaso ante los que te han demostrado, una y otra vez, que saben defenderse de los tuyos. Quizás, Anastasia no gritó en vano, tal y como presumes.
Tu nombre, el que ahora ya conozco, solo sirve, a los que alimentan tu imagen. Esos mismos reyes y reinas que siguen llevando a la lucha, desde hace mucho mas de 10 décadas, en nombre de los dioses que ellos mismos han creado, exactamente igual que a ti, a todos los que no les sirven, a su
último servicio. A formar parte de los cuerpos amontonados por sus
guerras.
Con moderación y cortesía, pero sin condescendencia, te mostrare mi buen gusto y educación sin el más mínimo temor a que puedas llevar mi alma a la perdición. Voy a desvelar tu nombre y la naturaleza de tu juego. Porque ahora que estoy encantado de conocerte, soy consciente de que mi moral y mi ley, son inmunes a tu doctrina y a tus artimañas. Siempre lo fueron, pues me deje llevar por mis sentimientos, por mi corazón humano, con el que he analizado con libre albedrío, a través de mi conciencia, mis emociones, mi privilegio de ser humano, con lo que puedo discernir por mi mismo el bien del mal.
Desde que he adivinado tu nombre, soy consciente de porqué.
La naturaleza de tu juego: Hacer creer que existes.
Tu nombre, es un poco largo: Soberbia Ira Avaricia Envidia Lujuria Vagancia Despilfarro. Se le podrían añadir muchos mas, mentira, odio, venganza, traición y mas. Todo eso que a través nuestra propia conciencia y el reconocimiento hacia uno mismo por parte de su entorno, nos dice constantemente, que somos un pobres diablos. Todo eso que es imposible de limpiar solo con agua y que mina, las mentes, las almas, los cuerpos y el reconocimiento de los demás hacia uno mismo. De hecho, toneladas de antidepresivos, ansiolíticos, sustitutos de la adrenalina y soledad, corren por las venas de los que siguen tu doctrina, cantan tus alabanzas y rinden pleitesía a tu nombre.
Al igual que Pilatos, solo yo me lavo las manos, solo yo sello mi destino.
Con el reconocimiento de todos los que no he crucificado, mi conciencia se vuelve mas potente, colectiva y universal. El Universo siempre ha demostrado ser mi aliado. En la medida en la que he sabido gestionar mis actos. En el entorno del punto en el que me haya tocado vivir , siempre he recibido de él, una u otra respuesta. Aún ni cuando la esperaba, ni la entendía, ni la relacionaba como consecuencia de mis actos. Pero a diferencia de los creyentes, nunca me preguntaba ³dios míoŠ ¿que he hecho para merecerme esto?² y a diferencia de los paganos, tampoco busqué quien me librara de hechizos ni de males de ojo.
Mi moral y mis leyes solo obedecen a lo que intuyo como verdad universal y nunca a las impuestas por seres, deshumanizados, perversos, criminales y tiranos. Ese es mi libre albedrío, poder elegir pensar por que principios rijo mis actos. Muy diferente al concepto de falsa libertad de tu doctrina, la de elegir hacer lo que me plazca, ignorando lo demás y a los demás a cambio de disfrutar de tu cuestionable concepto de riqueza y buen gusto.
La de la conciencia laxa. Mi episteme, siempre ha guiado con lucidez mi vida y mi epigenética, me hace dueño y responsable de mis actos.
Los gustos y las riquezas de tu doctrina están en decadencia. En ella, como en las demás, los santos y los pecadores, las caras y las cruces, han perdido su autoridad moral. En este paso por la galaxia, somos muchos los que hemos aprendido a razonar por si mismo. Con nuestras capacidades, con nuestras habilidades, las que intercambiamos de igual a igual con los demás.
Aprendo a discernir por mi mismo lo que esta bien de lo que esta mal, tratando de cuestionar cada uno de mis actos. Aprendo a percibir la respuesta a mis actos a través de mis propias emociones y sentimientos y busco las que llenan mi vida, de los mayores momentos de amor y dicha.
Una actitud constante y exclusivamente individual, que lejos de ser anárquica, me lleva hacia el consenso con los demás, a su entendimiento.
Elijo con compromiso mi propio modelo de progreso, el que entiendo como mas humano. Ejerzo el derecho de ser un ser individual, que tiene que gestionar su libre albedrío, sus capacidades de razonar y sus sentimientos y emociones, dentro de una especie incuestionablemente colectiva y gregaria.
Un modelo de progreso que, entiendo, solo se puede regir por una sola ley y una sola justicia, la que impone la naturaleza universal. Lo establecido desde el principio de lo ilimitadamente entendible en el tiempo y en el espacio. Las leyes universales que mantiene todo en ese perpetuo equilibrio, y la justicia que aplica su carácter de orden regenerativo.
El que devuelve todo, una y otra vez, a su equilibrio natural cuando se transgreden sus límites. Así es, que por donde tu doctrina campa, la naturaleza se retuerce y tiembla. Es por esto que ahora me viene bien expresarlo, ahora que soy dueño de mi propio criterio de riqueza y buen gusto. Ahora que hay miles, millones, que me pueden entender. Pues mi riqueza obedece a los criterios de lo exclusivamente humano y mi gusto se basa en no dejar de intentar de ser, lo que la naturaleza me ha dado ser. Con todas las dificultades que ello implica.
Pena me das, viejo diablo. Tu juego queda al descubierto. Tu moral queda expuesta. Ni la alquimia del pasado, ni la ciencia del presente y del futuro, no pudieron ni podrán separar de nuestro ser, la conciencia que pone signo a las emociones y sentimientos provenientes de las consecuencias de cada uno de nuestros actos, del razonamiento complejo que nos permite deliberadamente cometerlos. Privilegios Inseparables, para disponer y transformar con creatividad nuestro entorno, para poder ejercer con responsabilidad nuestro libre albedrío.
Es una evidencia, que nunca lo pudieron transgredir los que te sostienen. Ni con la genética de los ³posibles² primeros manipuladores, ni con los grilletes de los esclavistas, ni con la inteligencia artificial, ni con el transhumanismo, ni llevando sus sofisticados juguetes al espacio o a un kilómetro bajo tierra. Humo de tinieblas para general miedo.
Llévate este recado, compártelo con los tuyos, los que te siguen, los que te adoran, los que mantienen tu movimiento vivo para intentar justificar tu existencia. -"Dejen de perder el tiempo buscando en lo mas pequeño de cada partícula que llega del espacio, la clave, los códigos de la creación.
No sueñen con dominarlo y someterlo. Dejen de buscar ese conocimiento intranscendente, inútil para lo esencial, para disfrutar de vivir". Es el bíblico fruto del árbol que no se debe comer, que seguramente los tuyos escribieron y nos dieron a conocer. Para despistarnos, para
confundirnos, para que no busquemos nuestro gran tesoro, tan cerca y tan expresamente a mano. Pues nos haría libres e indomables.
Es lo que tiene el misticismo, puede existir el movimiento, el satanismo, pero no es real el personaje. Y como tal producto me dirijo a ti. Tu movimiento no justifica tu existencia. No existes.
Encantado de conocerte viejo diablo, no existes sin nuestros miedos.

